Hello friends, hello partners;
It has been my first time in a Comenius trip and now it´s time to tell you about my wonderful experience.
First of all, I have to confess that when the coordinators told me the country where I was going to travel, I didn´t feel very enthusiastic, mainly because Latvia isn´t a destination where everybody dream to go or perhaps because is that kind of places that you only know that are rather cold.
The first day travelling was a bit long, we had to spend the night in London, waiting for our next flight. It was a nice night, specially for our partner Marta, who slept really well. We stayed in a big room in a guest house, next to Stansted airport. The best of this place was the wonderful breakfast we had: a big and various continental breakfast that the owners prepared for us. Now, we had enough energy to continue!
During the morning, we flew straight to Riga in that type of planes where your legs travel like in a sardine tin. In the plane, we had enough time to talk about many things, the project, sleep Zzzzzzzzzz and… don´t sleep, as you know there´s always somebody talking and talking and talking, Spanish people are like that! At last, we arrived to Riga at 5:00 p.m local hour. It was really cold outside, It was -15 degrees. Oh my God! What were we doing there?
When we arrived to the airport, a charming partner from the School was waiting for us, Iveta. They had prepared a crazy experience! We went to a Bathhouse in the middle of the snowing forest. There, after we met the Comenius group, we had the chance to enter into the sauna and feel the 65 degrees, moreover, a man whipped your whole body with birch branches and then, immediately you had to go outside and feel the snow in your body at -20 degrees. That was really strong! It was an extreme contrast of temperature. In spite of that, we had to test it! Hadn’t we?
The second day in Riga: we spent the whole day in the school in Ropazi, meeting the students and all the teachers, they are great! We had an intense but exciting day, we were playing to several adapted games and a lot of traditional games that all the countries shown. In that morning we met the local authorities, we visited the facilities in the school and the wonderful kindergarten in the area. It was evident that the local government invests a lot of money in education, they are lucky!
The third day in Riga: till that moment we haven´t seen anything in the city, so, that morning was the opportunity to try to take some pictures with our frozen fingers, you should know that´s a challenge! We went to the center and we could see the city from the top of St Peter´s Church platform, nice view! Although it was impossible to stay there much time, due to the cold and wind, we took marvelous pictures. We would have liked to go for a walk over the city but it was impossible that morning because of the cold weather, so we went sightseeing by bus.
At the end of the day, we could live the night in Riga, we went all together to a disco to dance National music. It was a really funny night! We had a nice time there! It was a pity that at 2 o´clock at night we had to leave the disco, the next day we had to wake up early in the morning!
The last day in Riga was interesting! We went to the Latvian Bread Factory and we could make and “burn” our own bread and tasted a lot of different kinds of bread. Once we had finished, we run outside to try the experience to “walk over” or just stand over a frozen lake (that was just for braver braver people!). Finally we survived!
During the afternoon, the courageous Spanish group, decided to go for a walk around the city center, we spent around 2 hours walking, taking pictures and playing with the snow like children, oh poor fingers and toes! As they needed warm, we had a breath in The Black Magic, a peculiar place to have a coffee and to taste one more time the famous Black Balsam.
The end of the trip was coming. Little by little our partners were leaving Riga, the Portuguese group and we were the last to come back home. Oh we felt sad! Everything was really fast!
In conclusion, the trip was intensive but short, we didn´t have too much time to rest but every moment was worthwhile, every moment was a new opportunity to learn English, to meet new people and a way to explore a new culture. If you have the chance, I encourage all of you to try this experience, because, maybe, you are able to travel to any country with your family, your friends or your dog, but travelling in this way is totally a unique experience.
In this trip, we have met a lot of friendly people from different countries, who spoke different languages, but they were joined by a common goal, work together in a shared project in order to improve the lives of disabled students through the field of Physical Education.
Lastly, I only can say, thanks to everybody for the good moments, thanks to the Latvian team for organize this charming and hospitable visit and finally thanks to the Spanish group for being like you are.
María José Dorado
Hola amig@s, hola compañer@s;
Ha sido mi primera vez en un viaje Comenius y ahora ha llegado el momento de que os cuente mi maravillosa experiencia.
Primeramente, tengo que confesar que cuando los coordinadores del proyecto me dijeron donde iba a viajar, no sentí mucho entusiasmo, principalmente porque Letonia es uno de esos destinos con los que nadie sueña con ir, o quizá porque es ese tipo de lugares de los que sólo se conoce el frío que hace.
El primer día viajando fue un poco largo, tuvimos que pasar la noche en Londres, a la espera de nuestro siguiente vuelo. Fue una noche agradable, especialmente para nuestra compañera Marta, quien durmió…realmente bien. Nos quedamos en una habitación enorme de un pequeño hostal familiar, cerca del aeropuerto de Stansted. Lo mejor de este lugar fue el enorme y variado desayuno continental que los dueños nos prepararon. Ahora teníamos energía suficiente para continuar.
A lo largo de la mañana, volamos directos a Riga en ese tipo de aviones donde tus piernas van como en una lata de sardinas…En el avión tuvimos tiempo suficiente para hablar de muchas cosas, a cerca del proyecto, dormir y… no dormir, como sabéis siempre hay alguien hablando y hablando, los españoles somos así. Al fin, llegamos a Riga, a las 5:00 p.m hora local. Hacía bastante frío fuera, unos 15 grados bajo cero. Oh Dios mio! ¿Qué estábamos haciendo nosotros allí?
Cuando llegamos al aeropuerto, una amable compañera de la escuela nos estaba esperando, Iveta. ¡Nos habían preparado una experiencia crazy! Fuimos a la Casa de Baños, en medio del bosque nevado. Allí, después de presentarnos ante el grupo Comenius, tuvimos la oportunidad de entrar en una sauna a 65 grados, además, un hombre se dedicaba a azotar todo tu cuerpo con ramas de abedul. Pasados cinco minutos, teníamos que ir fuera y sentir el frío y la nieve en nuestros cuerpos a 20 grados bajo cero. ¡Fue muy duro! Un contraste muy extremo de temperaturas, pero pese a ello, teníamos que probarlo, ¿no?
El segundo día en Riga: pasamos el día entero en la escuela de Ropazi, conociendo a los estudiantes y a todo el profesorado, son geniales. Tuvimos un día intenso pero enriquecedor, jugamos a los juegos tradicionales de los diferentes países, en esa mañana nos reunimos con las autoridades locales, visitamos las instalaciones de la escuela y la magnífica guardería de la zona. Era evidente que el gobierno local invierte mucho dinero en educación, ¡son afortunados!
El tercer día en Riga: hasta el momento, no habíamos visto nada en la ciudad, así que, esa mañana, era la oportunidad de intentar hacer algunas fotos con nuestros dedos helados, ¡era todo un reto! Fuimos al centro y subimos a ver la ciudad desde la plataforma de la iglesia de San Pedro, ¡Bonita vista! Y aunque era imposible permanecer allí mucho tiempo debido al frío y al viento, hicimos fotos muy bonitas. Nos hubiera gustado ir a dar un paseo por el centro, pero parecía que con el frío era imposible, así que lo hicimos en autobús.
Al final del día, pudimos vivir la noche en Riga, fuimos todos juntos a una discoteca a bailar música nacional. Fue una noche realmente divertida, lo pasamos muy bien. Fue una pena que nos tuviésemos que ir a las 2 p.m, pero, al día siguiente había que madrugar.
El último día en Riga, fue interesante. Fuimos a la fábrica de pan de Letonia donde pudimos hacer y algunos “quemar” nuestro propio pan y probar diferentes tipos. Una vez que terminamos, fuimos fuera a vivir la experiencia de “andar sobre” o simplemente ponerse en pie sobre un lago helado (solo para gente realmente valiente). Finalmente, sobrevivimos.
Por la tarde, el valiente grupo español, decidió ir a dar un paseo por el centro. Estuvimos unas dos horas caminando, haciendo fotos y jugando con la nieve como niños. ¡Oh pobres pies! Como necesitaban calor, tomamos un respiro en “La magia negra”, un lugar peculiar para tomar café y probar una vez más el famoso Bálsamo Negro.
El fin de nuestro viaje se aproximaba. Poco a poco, nuestros compañer@s fueron dejando Riga. Los portugueses y nosotros fuimos los últimos en volver a casa. ¡Oh qué pena! ¡Todo pasó muy rápido!
En conclusión, el viaje fue intenso pero corto, no tuvimos mucho tiempo para descansar pero cada momento mereció la pena, cada momento era una oportunidad de aprender inglés, conocer a gente nueva y un modo de explorar una nueva cultura. Si tenéis la oportunidad, os animo a todos a probar esta experiencia, porque, quizás podáis viajar a cualquier país acompañados de vuestra familia, amigos o incluso vuestro perro, pero viajar de este modo es una experiencia totalmente única.
En este viaje, hemos conocido a gente genial de diversos países, que hablaban diferentes lenguas, pero que estaban unidas por un objetivo común, trabajar juntos en un proyecto compartido para mejorar el día a día de los estudiantes discapacitados a través del campo de la Educación Física.
Por último, solo puedo decir, gracias a todo el mundo por los buenos momentos, gracias al equipo Letón por organizar esta agradable y acogedora visita, y finalmente gracias al equipo español por ser como sois.
